El español en la ciencia: terminología y presencia del idioma en la investigación

La ciencia y la tecnología han estado dominadas por el inglés durante décadas, pero el español no se queda atrás. Aunque muchos papers y conferencias se desarrollan en inglés, nuestro idioma sigue teniendo un papel clave en diversas áreas del conocimiento, desde la botánica hasta la inteligencia artificial. Sí, en el mundo de los algoritmos y las redes neuronales también hay espacio para el español.

El español en la botánica: un legado verde

Si hay un campo donde el español ha echado raíces, es en la botánica. No es casualidad que muchas plantas lleven nombres en español o en latín con influencia hispana. Desde la quina, cuyo principio activo (la quinina) -que se usó como tratamiento para la malaria- hasta el ceibo (Erythrina crista-galli), árbol emblemático de Argentina y Uruguay, el jacarandá (Jacaranda mimosifolia) o el quebracho (Schinopsis), los términos en español han nutrido la ciencia de la clasificación y descripción de la flora.

Los botánicos hispanohablantes han contribuido enormemente a la clasificación de especies en América Latina. Términos como «epífita» (una planta que crece sobre otra sin parasitarla) o «xerófila» (adaptada a climas secos) se utilizan en español en la literatura científica. Incluso, muchas especies de orquídeas y cactáceas llevan nombres de exploradores y naturalistas hispanohablantes.

Inteligencia artificial en español: redes neuronales y más allá

El español también tiene presencia en el mundo de la tecnología. Conceptos como «aprendizaje profundo» (deep learning), «procesamiento de lenguaje natural» (NLP) y «redes neuronales convolucionales» (CNN) tienen sus equivalentes en español y cada vez se usan más en la investigación. En los últimos años, han surgido modelos de inteligencia artificial entrenados específicamente para el español, como BETO (una versión en español de BERT, el modelo de Google).

En el campo del reconocimiento de voz, las tecnologías de «reconocimiento óptico de caracteres» (OCR) y «conversión de voz a texto» (speech-to-text) han avanzado en la interpretación del español, permitiendo que asistentes virtuales como Siri y Google Assistant entiendan mejor los acentos y modismos regionales. Y no podemos olvidar las bases de datos vectoriales y arquitecturas RAG (Retrieval-Augmented Generation), que están ayudando a que los modelos de lenguaje generen respuestas más precisas en nuestro idioma.

Medicina y bioquímica: términos que cruzan fronteras

La medicina también tiene una fuerte influencia del español. Muchos términos en farmacología y bioquímica provienen de nuestra lengua o han sido adaptados al inglés. Un ejemplo es «dopamina», derivada de «dopa», sustancia descubierta en los años 50 y cuyo nombre proviene del aminoácido L-Dopa. Otro caso es «placebo», una palabra de origen latino que se usa igual en español e inglés.

En América Latina, la investigación en enfermedades tropicales como el dengue o el Chagas ha producido terminología propia, lo que refuerza el papel del español en la comunicación científica global.

Ciencia en español: más que una opción, una necesidad

Aunque el inglés sigue dominando la publicación científica, el español está presente en la generación de conocimiento en múltiples disciplinas. Su uso no sólo es una cuestión de identidad, sino también de acceso. Publicar en español permite que más investigadores de habla hispana puedan acceder a la información sin barreras idiomáticas.

Por ello, Fomentar la divulgación científica en español a través de Blogs, pódcast y videos en plataformas como YouTube ayudan a hacer la ciencia accesible en nuestro idioma.

También promover la enseñanza de la terminología científica en español: en muchos países hispanohablantes, los estudiantes de ciencias aprenden los conceptos en inglés, lo que a veces dificulta la comunicación científica en su lengua materna.

En el mundo de la botánica, la inteligencia artificial y la medicina, nuestro idioma sigue dejando huella. Así que la próxima vez que uses un chatbot en español o leas sobre una nueva especie de orquídea, recuerda que la ciencia en nuestra lengua sigue viva y evolucionando.

Sigue conociendo más curiosidades del lenguaje y de la lengua castellana, visitando y leyendo los distintos artículos que semana a semana publicamos en el blog de iScribo. Y si buscas mejorar tu escritura en español y corregir alguna variante específica de este idioma, no olvides suscribirte a nuestro maravilloso corrector gramatical. ¡Te esperamos!

Constanza Jeldres

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