En otras ocasiones hemos hablado de la diversidad del español en el mundo pero hay dos variantes que no son tan famosas.
Existe un territorio pequeño en el sur de España que pertenece a Reino Unido, se llama Gibraltar y sus habitantes hablan llanito, que es una mezcla ingeniosa de español e inglés.
Por otro lado, los sefardíes son judíos españoles y sus descendientes que se vieron obligados a abandonar Castilla en la época de los Reyes Católicos. Hablan judeoespañol y cuenta con sus propias funciones.
iScribo te cuenta algunas curiosidades y te enseña algunas de sus características.
¿Conoces el territorio británico de ultramar Gibraltar?
Gibraltar se encuentra al sur de España, en el territorio geográfico de Andalucía, allá en la costa de Cádiz, pero no pertenece a España sino a Reino Unido.
Como casi todos los nombres de ubicaciones en Andalucía, el nombre de Gibraltar también procede del árabe, en concreto de Djebel Al Tarik (el campo o el monte de Tarik). Tarik fue un comandante árabe.
La historia de Gibraltar es muy curiosa porque siempre se ha considerado un lugar estratégico militar, por tanto todo el mundo estaba interesado en dominarlo. Hoy no vamos a entrar en la historia en sí pero te invitamos a que investigues un poquito acerca de ella.
No sugerimos que los llanitos, los habitantes de Gibraltar, vayan a robarte la cartera, sin embargo sí que existe una especie de monos a los que les gusta jugar con los turistas.
¿Monos? Así es, has leído bien. Son muy curiosos y les gusta aparecer en las fotos de los turistas y quitarles lo que tengan en las manos. Sin duda alguna son la atracción principal del Peñón.
Imagina la influencia del español en este territorio diminuto cuyo idioma oficial es el inglés.
Para que nos entendamos: el llanito consiste en mezclar palabras en inglés y español con acento andaluz. Mucha gente lo denomina Spanglish y la verdad es que tienen razón.
Estas son algunas frases que se utilizan en el Peñón:
«Te llamo pa tras»: Seguro que ya has hecho la traducción literal «I’ll call you back» del inglés. En español decimos «Ahora te llamo».
«Te doy un lift»: Del inglés «I’ll give you a lift». En español decimos «Te llevo».
«Pómpalo brother», o lo que es lo mismo: «Sube el volumen, hermano».
Esta es una de mis favoritas:
«Don’t give me the tin»: En español decimos «no me des la lata», y es otro ejemplo de la mezcla entre el español y el inglés. En inglés simplemente decimos «don’t bother me».
Por cierto, espero que no se te haya olvidado leer estas frases con acento andaluz.
También conocido como ladino o judeoespañol, el español sefardí representa un hecho histórico triste a la vez que lamentable, ya que es el idioma que hablan los descendientes de los judíos expulsados de España por parte de los Reyes Católicos y, más tarde, de Portugal.
Se trata de una variante en desuso, por lo que podríamos decir que se encuentra en peligro de extinción. Las nuevas generaciones aprenden cada vez menos la variante ya que prefieren utilizar idiomas mayoritarios.
Es como si el español de 1492 no hubiera evolucionado apenas con el paso del tiempo: los fonemas, la etimología y las expresiones parecen sacadas de una obra del mismísimo Cervantes. Así es, la gramática de la variante judeoespañola es arcaica.
Ya que los judíos han tenido que emigrar bastante a lo largo de la historia, el judeoespañol se habla en lugares de Europa, África, Asia y América.
El judeoespañol cuenta con la influencia de otros idiomas, dialectos o hablas de la Península Ibérica.
Por ejemplo:
Ainda: procede del gallego y significa aún.
Lonso: procede del aragonés y significa oso.
Samarada: procede del leonés y significa llamarada.
Anozar: procede del portugués y significa enojar.
Cuenta con más influencias de otros idiomas, como el italiano, o de otras culturas, como la árabe. Todo esto se debe a la gran comunidad de sefardíes que hay repartida por el todo el mundo y que aportan matices a la escasa evolución del judeoespañol.
El judeoespañol se escribió con caracteres hebreos hasta el siglo XIX en que se empezó a usar el alfabeto latino.
La ortografía es significativamente diferente a la del español actual, pero aún así se entiende a la perfección.
Algunos fonemas del judeoespañol son:
ç, que es el sonido [ch] en español, por ejemplo, munço (mucho).
ny, que es el sonido [ñ] en español, por ejemplo, kunyado (cuñado).
ş, que es el sonido [sh] en español, por ejemplo, buşkar (buscar).
Aquí te dejamos un vídeo para que escuches el judeoespañol. Tampoco olvides utilizar nuestra herramienta para que, escribas el español que escribas, lo hagas sin errores.
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