Si bien es cierto que cada vez más máquinas y robots sustituyen al ser humano en los puestos de trabajo, también tenemos que considerar que los avances en la tecnología mejoran las condiciones y la calidad a la hora de desempeñarlos.
Cada vez escuchamos más que las máquinas han sustituido al hombre en su lugar de trabajo y que puestos que antes eran para las personas, ahora son para las máquinas. No obstante, son pocas las personas que ven que la creación de puestos nuevos derivados de la inteligencia artificial va en aumento y suponen un número mayor que los puestos que se pierden.
iScribo te explica cómo nos influye la inteligencia artificial en nuestro día a día y cómo podemos adaptarnos para sacar el máximo provecho de ella.
Puestos de trabajo emergentes
Gracias al desarrollo de la inteligencia artificial, en las últimas décadas se han empezado a hacer populares profesiones que antes no existían o no eran conocidas por su papel escaso en la sociedad. Estos puestos son los derivados de la ingeniería robótica, desarrollo de software informático, como el corrector ortográfico y gramatical de iScribo, el análisis de datos o los especialistas en transformación digital.
Mucha gente argumentará que a todos no nos interesa este campo o que no «servimos» pero ello, pero piénsalo por un instante: los laboratorios farmacéuticos existen y no todas las personas que trabajan en ellos son biólogas, microbiólogas o médicas. Existen departamentos imprescindibles para el desarrollo de su actividad como administración, finanzas, ventas, logística o personal de recepción, de limpieza y otros.
¿Máquinas o personas?
Las máquinas nos ayudan a automatizar procesos y minimizar el margen de error, así como a aumentar la organización, pero esto no significa que puedan sustituir la mano de obra humana.
Tomemos como ejemplo las cajas automáticas de los supermercados. Seguro que las has usado alguna vez, ¿verdad? Seguro que también en algún momento de tu vida prometiste que jamás las usarías. ¡No pasa nada! Todos nos adaptamos a los tiempos, no te sientas culpable. Pues bien, estas cajas sustituyen a los cajeros de carne y hueso pero no por completo. Siempre hay una o dos personas para asistir cuando la máquina necesita ayuda, como para la venta de alcohol en la comprobación de la edad del cliente, o para subsanar errores en nombres de artículos o si el cliente se equivoca y pasa dos veces el mismo artículo por el lector del código de barras.
Al usar la caja automática, aumentamos el ritmo de ventas porque generamos menos cola, esto aumenta la cantidad de personal que se dedica a vender en el interior o a reponer en las estanterías, por poner un ejemplo.
Las máquinas nos ayudan a gestionar los procesos pero el ser humano da su conocimiento para que estos procesos se creen. A su vez, la persona es la que toma las decisiones que garantizan el funcionamiento de las organizaciones.
Los costes de la robótica
Otro motivo para que no cunda el pánico es pensar en los costes que generan las máquinas. Muchas actividades que desempeñan las máquinas inteligentes no son rentables para las empresas. Un ejemplo es la cantidad de energía que necesitan algunas máquinas para trabajar y la escasez de recursos a la que nos enfrentamos hoy en día.
El coste del material tecnológico tampoco es que sea barato. Además, en la mayoría de las ocasiones, el espacio que se necesita para las máquinas es infinitamente mayor que el que se necesita para ubicar a las personas, por lo que los problemas de logística siguen siendo un reto para la robótica.
Es más, para que un robot pueda sustituir al ser humano tendría que saber de muchas cosas a la vez y no solo dedicarse a una. ¿Has visto alguna vez a la famosa caja automática del supermercado conducir una moto? Espero que si la respuesta es que sí, ¡tengas la forma de comprobarlo!
La colaboración es la clave
Lo ideal para contribuir con el progreso y mejorar la calidad de vida en el trabajo es combinar la fuerza humana con la inteligencia artificial. Solo así conseguiremos sacar el máximo provecho de las tareas a las que nos enfrentemos.
iScribo es un corrector ortográfico y gramatical que funciona gracias a un motor dirigido por la inteligencia artificial y a un equipo de lingüistas, informáticos e ingenieros que le enseñan. Sin la enseñanza de las reglas gramaticales por parte del equipo de lingüistas ni las reglas y patrones de aprendizaje de nuestros departamentos de informática e ingeniería, iScribo no sería ni preciso ni rápido. ¿Te imaginas enviar un documento y que la corrección te llegara en un par de días? Prueba nuestra herramienta y descubre la magia de combinar el talento humano con la inteligencia artificial.